María Janer Arias
trabajo y familia, difícil compatibilización sin lazos de sangre.
Otto Schönrich, María Janer y su hija Mercedes |
A finales de la década de los años 70, como viaje de fin de estudios, la promoción de Hª de América de la Universidad de Sevilla pasamos 3 semanas en Santo Domingo, Haití y Puerto Rico para conocer in situ las diferencias que las culturas norteamericana, africana y francesa habían dejado en estas 3 excolonias españolas. En Puerto Rico fuimos huéspedes de la Universidad de Rio Piedras, a las afueras de San Juan. Entonces era completamente ajena de que, tal vez, caminaba sobre las huellas que casi un siglo antes mis ancestros habían dejado allí.
María Janer Arias (1878?-1939) nació en San Juan de Puerto Rico aunque por sus venas así como por la de sus hermanos Felipe, Anita, Teresa, Arturo, Emilia, Josefa y Carlos - éste último nacido de la unión de su padre con Rosa Frontera-, la sangre española fluye con fuerza. Eran representantes de la segunda generación de españoles nacidos en Puerto Rico.
Bartolomeo Janer Barea, su abuelo paterno, había nacido en Grazalema, Cadiz, en 1816. Era abogado y ejerció como juez en Puerto Rico; Eduviges Soler y García, su abuela materna, nació en 1826 y provenía de Cataluña donde su padre era plantador.
Su padre, Felipe Janer Soler había nacido en 1855 en Humacao como sus 5 hermanos y una hermana.
Su madre, María Arias y Barril era portorriqueña; una dulce y menuda mujer, devota esposa y madre. Su padre había nacido en Asturias y fue oficial del gobierno de Puerto Rico.
Sus padres se establecen en San Juan de Puerto Rico y posteriormente pasan a Rio Piedras, a las afueras de la ciudad, donde trabaja como decano de la Escuela Normal.
La infancia y adolescencia de María fueron felices. La casa de la abuela Eduviges -mamita Uvi, como solían llamarla-, quien alcanzó los 96 años de edad, cercana a la de sus padres, era el centro de reunión de los niños, sus innumerables primos y los amigos. Su padre, el profesor Janer era un gentil caballero bien relacionado y con una familia en la que abundaban las mujeres: tías, hermanas y primas. Los lazos familiares, esos que hacen superar todas las dificultades de la vida, se estrechaban constantemente.
En la Isla las jóvenes de la clase media alta recibían clase de piano, instrucción que junto a las labores de aguja formaban parte de su educación. María era una experta en bordados realizando los más bellos dibujos y filigranas.
A fines de 1898 Otto Schönrich viaja a Puerto Rico buscando perfeccionar sus conocimientos de la lengua española y contacta con el profesor Janer a través de su hijo. Nace una bonita amistad. Es entonces cuando conoce a María; se prenda de su habilidad en el bordado. Otto es abogado, inquieto, perspicaz; estas cualidades le abocarán a desempeñar labores diplomáticas para el gobierno norteamericano. Habla inglés y alemán; sabe que el aprendizaje del español le puede abrir muchos caminos en esos moementos cruciales.
El contacto entre el profesor Janer y Otto prosigue. Los prominentes de la isla, por las circunstancias políticas del desastre de Cuba de 1898, quieren aprender inglés y Otto busca en Baltimore, su ciudad natal, centros de aprendizaje. El profesor Janer envía allí decenas de estudiantes y algunos familiares. El mismo se desplaza con sus hijos. La colonia de estudiantes isleños en Baltimore fue notable. El devastador huracán de agosto de 1899 hizo que el profesor Janer y muchos estudiantes regresaran a la isla aunque María y su hermano mayor, Felipe, continúan en Baltimore.
En ese tiempo se crea en Baltimore el Club Boriquen con fines filantrópicos para ayudar a los damnificados de Puerto Rico. Bailes, conciertos y un sinnúmero de actividades persiguen recaudar fondos. Otto Schönrich es elegido presidente de este club bautizado con el nombre que los indígenas daban a la isla de Puerto Rico.
En 1900 María está de nuevo en Rio Piedras en casa de sus padres. A través de Otto Schönrich, en su libro Reminiscences of an Itinerant Lawyer, sabemos que a partir de fines de agosto la visitaba en su casa y frecuentemente se veían por las tardes y los fines de semana; así mismo, anteriormente, en Baltimore María había conocido a los padre de Otto.
En junio de 1902 casa
Otto con Mª Janer y Arias en casa de sus padres en Rio Piedras en
ceremonia civil oficiada por el alcalde de Rio Piedras sustituyendo
al juez municipal. Una simple ceremonia rodeados de familia y amigos.
Tras esa ceremonia María pasa de ser llamada señorita Janer a recibir
el título de Señora Schönrich. Media hora después fueron conducidos en coche
por la soleada carretera de Martín Peña y Santurce hasta el muelle
de San Juan donde se embarcan para la luna de miel rumbo a EEUU. .
Tras desembarcar en
N.York y hacer paradas en ésta y Filadelfia, estuvieron
algunas semanas en la casa de los padres de Otto en McCulloh St. En
Baltimore. Los suegros la habían conocido cuando estuvo viviendo aquí pero
algunos vecinos estaban curiosos de ver cómo era y se comportaba,
pues pocos conocían Pto. Rico y pensaban que era como Filipinas y
los semicivilizados paises de ultramar. Una tarde una muchachita vecina, compañera de juegos del hermano menor de Otto, entró
y dijo con misterio: "No digas nada pero yo quiero averiguar una cosa
aquí; quiero saber el color de la nueva tía de Edwin".
Edwin dijo, "espera aquí voy a verlo" y fue a la habitación donde
estaba María, se le queda mirando y ésta le dice: ¿que estás
observando? Quiero ver una maravilla – contestó- y corrió hacia
su amiga. Esta le preguntó si era blanca o negra; el respondió
¡rosa! para la diversión de la madre de Otto que había estado atenta a la
conversación.
La vida de María seguirá siendo una vorágine. Los continuos cambios de residencia, la difícil opción de separarse físicamente del marido para estar con los hijos o de los hijos para estar con el marido quién, por su profesión y cualificación, debe desenvolverse en paises en conflicto y rodearse de personas muy influyentes es una prueba de su carácter y fortaleza.
Al volver a Pto. Rico
toman una casa en Arecibo donde el marido tenía el trabajo judicial. Un
año después nació la primera hija, Mercedes, y la casa queda pequeña con la
niñera, cocinera, limpiadora y la familia que venía de visita.
En 1904 se trasladan a
Mayagüez, tercer puerto de la isla y ciudad más importante que la
anterior. Al estar retirada de Ponce y de S. Juan ha desarrollado una
aristocracia con dinero, propiedades y cultura. Allí Otto será el juez
municipal y de su distrito así como el del distrito de Maricao. Aquí
se alojan en el centro, en una casa de estilo español con jardín
perteneciente a Doña Ricarda Caparrós que la había convertido en
pensión.
Es reelegido para este
cargo el 1 de enero de 1905 por cuatro años, pero a mediados de 1905
fué elegido para trabajar en la rehabilitación financiera de Santo
Domingo volviendo a Mayaquëz en febrero de 1906.
Las navidades de 1905 las
pasan en Baltimore donde se reunen María. Otto e hija con su
primer árbol de navidad. En enero de 1906 regresan a Mayagüez. Al
pasar Cabo Hatteras una tormenta de invierno les sorprendió en el
barco y la pequeña lloraba desconsolada diciendo que la casita se
cae.
En junio 1906 pasa Otto a N.
York para ayudar al ministro de finanzas dominicano Federico
Velázquez donde continua todo el verano siendo su cuartel general el
hotel Waldorf Astoria.
En el verano 1910 Otto pide 3
meses de excedencia para viajar a Europa con su mujer. Desean reencontrarse con sus raices. De Mayaqüez
viajan a Baltimore y dejan a la hija allí. Un lujoso vapor de la
North German Lloyd les lleva hasta Bremen. Allí visitan el famoso
restaurante de la bodega del Ayuntamiento; cercano a Bremen visitan
la villa agrícola de Hüsede donde había vivido la familia materna
de su abuelo por centurias, después a otros familiares de Osnabruck,
Berlín, Dresden, Carlsbad, Nürnberg, Augsburg...París...Así llegan a España ansiosos por encontrar algún antepasado de Marí con quien compartir viviencias: Barcelona,
Madrid, Toledo, Córdoba, Sevilla, Granada, Málaga (buscando una
dirección familiar descubren que murió hacía uno o dos años),
Cádiz (la vieja dama buscada estaba ausente), Gibraltar, Vuelven a
N.York en el vapor Carpanthia.
En el viaje habían
coincidido con muchos amigos de Pto. Rico pero con ningun familiar de
María Janer.
Recogen a su hija
Mercedes en Baltimore y vuelven a Mayaqüez. La niña habla español
con la madre e inglés y alemán con el padre. Asiste a la escuela.
En 1911 Otto decide permanecer
para siempre en Pto. Rico pues son felices. Semanas después recibe
dos ofertas de trabajo: uno como juez de la corte suprema de la zona
del canal de Panamá y otro como presidente de la Comisión Mixta de Reclamaciones
de Nicaragua. Acepta esta última y en marzo venden las
pertenencias y salen para Washington donde quedan unas semanas
para preparar la misión. Dejan a Mercedes en Baltimore y van a
Nicaragua. El 5 de mayo 1911 llegan a Managua y dos dias después se
produce una revolución al arrestar el presidente al ministro de la
guerra. Otto y María se refugian en la embajada americana donde
viven 7 meses.
En 1912 María está
embarazada y el clima de Managua es insufrible. Otto la lleva a
Panamá para que vuelva a Puerto Rico en un vapor que va a N. York.
Poco después, el 29 de julio empieza otra rebelión en Nicaragua. En
Octubre Otto abandona el pais saliendo por Guatemala, golfo de México,
Missisipi....
En diciembre recoge a su
hija del colegio de Baltimore y pasa a Pto. Rico para reunirse con su
mujer, que vivía en casa de familiares. En esos días nació su hijo
Carlos. Al día siguiente del cumpleaños de Mercedes embarcó para
N. York para su trabajo.
En enero 1913 regresa a
Nicaragua vía Panamá. En mayo vuelve a Washington vía México.
Algo después su mujer e hijos se reunen con él cerca de ahí en
Chevy Chase. Pasado el verano llevan a los niños a Baltimore y
emprenden un viaje Londres y a París hasta fines de noviembre.Queda
trabajando en Washington y su mujer e hijos se reunirán con él en
navidad en N. York donde embarcarán para Pto. Rico: dos días
después él saldrá para Panamá y Nicaragua.
Los dos años siguientes
Otto hace un viaje por Sudamérica acompañando a senadores y congresistas
norteamericanos en misión oficial. A la vuelta, en 1915 se reune con
su familia en Washington. En setiembre deja a su hija en un internado
y vuelve con su mujer e hijo a Pto. Rico a una casa comprada en un
suburbio de San Juan. Por exámenes se hace miembro de la Corte
Suprema y a principios de 1916, por decisión del gobernador de Pto.
Rico, durante un mes es el juez del distrito de Humacao por
excedencia del titular. En mayo de 1916 recibe oferta de Curtis,
Mallet-Prevost y Colt para colaborar con la empresa. En 1920 fue
admitido como socio permanente y la familia se le reunió viviendo
por 7 años en Riverside Drive 141 St. En N. York.
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