miércoles, 20 de febrero de 2013

Ciriaco Ceballos y Bustillos, apuntes biográficos. Parte I.

Datos biográficos de  Ciriaco José Gerónimo Ceballos y Bustillo

1764,  

el 8 de agosto nace en Quijano, lugar del valle de Pielagos, Santander en el seno de una familia ... de las más ilustres y distinguidas del país, con casa y solar conocido –Casa de Ceballos de Presillas- del que han gozado sus padres, abuelos y ascendientes de ambos linajes... su familia ha gozado de honores, franquezas y prerrogativas correspondientes a limpieza de sangre... y ha gozado de honoríficos empleos en la república... está emparentado con muchos caballeros de las órdenes militares, condecorados, que sirven y sirvieron en las armas y las letras... (1) . Es el menor de cuatro hermanos, apareciendo todos ellos empadronados como hidalgos en el Archivo de Oruña, sito en la iglesia de Santa Eulalia (2).

Entre sus parientes, hacemos notar que sus padres estaban ligados por un 3º grado de consanguinidad, efectivamente encontramos personas de notoriedad:

Pedro Ceballos, Virrey de Río de la Plata (+1778), Fernando José de Velasco Ceballos, del Consejo supremo de Castilla, pensionado de la O. Carlos III, Gaspar Ruiz de Ceballos, Ministro de la audiencia de Valencia (O. de Santiago), Marqués del Castañar, del Consejo supremo de guerra (O. de Santiago), Gerónimo Ceballos Estrada y José Miguel Ceballos, abogados de los reales Consejos, Francisco Antonio Bustillo, comisario del Santo Oficio, Agustín Ceballos, inquisidor del tribunal de Valladolid, Arzobispo de Tarragona, Obispo de Chiapas, Marqués de la Conquista Real, Carlos de la Riva Agüero, teniente General, Pedro y Francisco Autrán de la Torre, capitanes de fragata,José Bustillo, Capitán de Navío (O. de Santiago), Manuel Antonio de Bustillo Ceballos (1690), Capitán capellán del regimiento Dragones de México (O.Santiago). Empadronador de hidalgos. José Autrán de la Torre, capitán de artillería, Víctor Fernando Pérez de Bustillo, teniente de fragata, Fernando de Miera y Bustillo, teniente de navío, Juan de Miera Ceballos, Pedro José Bustillo Ceballos, religioso en México (1746), Josefa Bustillo Ceballos, monja en Santa Clara, Santander (1754), Fernando Ruiz de Ceballos, justicia del valle de Toranzo y regidor general decano, Domingo Díaz de Ceballos, alcalde ordinario del valle de Carriedo y Santibañez, escribano de SM. Y familiar del Santo Oficio.

1779:
el 4 de marzo el rey le concede la plaza de Guardia Marina por lo que, de acuerdo con las Ordenanzas, ha de presentarse en Ferrol en el término de cuatro meses, portando la documentación pertinente a fin de ser admitido en la Compañía y de que se le forme asiento en la Contaduría de Marina de ese departamento, abonándole el prest y la gran masa (3).
La documentación exigida es reunida sin dilación y las certificaciones se obtienen a mitad de mayo; (marino y experto en náutica) Francisco de Paula Jovellanos, una vez revisada la fé de bautismo y los papeles garantes de la limpieza de sangre y nobleza  familiar que las ordenanzas exigían junto a la habilidad para escribir y leer, aprueba su inclusión en la Compañía de Guardias Marinas de Ferrol; en carta de 30 de junio ordena a Joaquín de Maguna Echezarreta, CN y 1º com. Del Santísima Trinidad que se le admita (4). Ese mismo día es asentado en el folio nº 101 de los libros matrices figurando con el número de antigüedad 3.137. La guerra con Inglaterra estaba declarada y se necesitaba personal

Estos datos documentados contradicen las afirmaciones de Válgoma (5) cuando afirma que ingresa en el cuerpo a los 13 años de edad; y de Pavía (6) quien lo ubica en Cartagena y le atribuye ya distinguidos servicios. Así mismo, aunque las Academias de Guardias Marinas de los Departamentos marítimos de Ferrol y Cartagena dependían de la de Cádiz, Ceballos ingresa en la de Ferrol y no en la gaditana como afirma Mercedes Palau ( 7).

El expediente de Ceballos pudo inducir a error a Válgoma, ya que en éste se dice que comenzó la carrera a los 13 años y que concluyó en 8 meses los estudios elementales de aritmética, geometría, trigonometría, cosmografía, navegación y maniobras; en él se señala, además, que era alumno aventajado, ya que los Guardias Marinas más aplicados necesitaban dos años para aprender esas materias(8).

La Academia de Guardias Marinas de Ferrol se creó en 1776, por R.O. de 13 de agosto. Es obra, al igual que la de Cartagena, del jefe de escuadra Pedro González Castejón y Salazar, primer ministro de la secretaría de Marina proveniente de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz. La estructura militar las mismas estaría integrada por un capitán, un teniente, un alférez, dos ayudantes, cuatro brigadieres, cuatro subbrigadieres, noventa y dos guardias marinas, un capellán, dos músicos y un tambor. Ambas serán subalternas de las de Cádiz, cuyo capitán será el comandante de las tres con grado de jefe de Escuadra y cuyo primer maestro será el director de todas. Actuarán de inspectores los capitanes generales de los respectivos Departamentos. Tendrán una orientación marcadamente newtoniana y un claro compromiso con la cultura de la ilustración. Para impartir la enseñanza en ellas se escogen profesores experimentados y acreditados en la docencia, venidos de otros centros (9) así como a alumnos aventajados que hubiesen estudiado en la de Cádiz. Entre ellos uno será el maestro director, dos de matemáticas y uno para cada asignatura: Maniobras, Artillería, Fortificación y Dibujo, Idiomas, Danza y Esgrima. Así mismo se establece un personal subalterno para el cuidado y limpieza de instrumentos y material.

El 23 de diciembre de 1776 se nombra director de la Academia de Ferrol a Cipriano Vimercati, capitán de infantería y primer profesor de la Academia de Artillería de Segovia. El 25 de febrero de 1777 se ordenó el traslado desde Cádiz a Ferrol de 60 guardias marinas, a bordo del navío San Miguel, bajo el mando de Francisco Winthuysen, capitán de la nueva Compañía (10).

A la llegada de Ceballos a Ferrol, Vimercati seguirá siendo el director pero el capitán de la misma será Francisco Gil y Lemos.
1780:
El primer día de mayo embarca como Guardia Marina en el navío San Vicente, de 80 cañones, al mando del capitán de navío Francisco Gil y Lemos (éste había navegado por la Patagonia y las Malvinas siendo aquí gobernador entre 1774-77). Salen hacia Cádiz y quedan unidos el día 23 a la escuadra de Luis de Córdoba, director General de la Armada, para la reconquista de Gibraltar.

Este navío había tomado parte el año anterior en el intento de invasión de Inglaterra por la escuadra hispanofrancesa al mando del almirante francés conde de Orvilliers y contaba entre sus oficiales al alférez de fragata Santiago Liniers (1753-1810), quien se enroló como aventurero extranjero en la real armada, en la academia de Cádiz,  en 1775 (11); había participado en la campaña de Pedro de Ceballos en la colonia de Sacramento en 1775; al volver de Brest quedó reparando en el arsenal de Ferrol con otras cuatro más que dependían del jefe de escuadra Ignacio Ponce de León quien fue comisionado para llevar estas naves a Cádiz para participar en el bloqueo de Gibraltar tras su arreglo(12).

El 3 de junio asciende Ceballos a Alférez de Fragata y se le comisiona como subteniente de la 3ª brigada, cargo que ocupará 10 meses y 13 días (13). El ascenso supone un cambio de destino; así el 11 de junio pasa a la fragata Santa Bárbara, de 28 cañones, mandada por el teniente de navío Pedro Winthuysen –oficial que había acompañado a Ulloa durante la observación del eclipse total de sol de 24-VI-1778 desde el navío España y que sucedió a Godín (+1760) como director del observatorio de la Academia de GM en 1764- (14); saliendo a navegar en crucero de ataque a las naves inglesas por las inmediaciones del estrecho de Gibraltar, bajo las órdenes del capitán de fragata Diego de Mendoza, comandante de la fragata Asunción, hasta el 22 de julio.

El 23 de julio cesa en ese destino y embarca en el navío Galicia, de 70 cañones, mandado por el capitán de navío Juan Clavijero y perteneciente a la escuadra de Luis de Córdoba y Córdoba (1721-1796); en él hace dos salidas. Una con la escuadra combinada hispanofrancesa de Luis de Córdoba y Mr. De Beausset; y la otra  con el jefe de escuadra Vicente Doz, encargado de llevar hasta Cádiz el convoy inglés de 51 velas que, al mando del capitán John Montray, fué capturado el 9 de agosto a 60 leguas al oeste del cabo de San Vicente; su cargamento consistía en hombres de armas, vestuario, armamento y municiones para las islas inglesas (15).

1781:
Continúa en la práctica del corso en el cabo de San Vicente, cabo de Santa María, bloqueo de Gibraltar y en el mediterráneo, en escuadra y en navíos sueltos, interceptando navíos ingleses con provisiones para ultramar.

1782:
El 2 de enero se envía una escuadra formada por 4 navíos y 2 fragatas con numeroso convoy de tropas, pertrechos y azogues bajo el mando del brigadier Francisco de Borja y Poyo, que tarda 37 días en llegar al Guarico, capital de la parte francesa de la isla de Santo Domingo. Una vez allí se incorpora a la Escuadra del teniente general José Solano, en combinación con la cual protege el arribo de los restos de la escuadra francesa, batida por la inglesa frente a Guadalupe (16). El buque de Ceballos queda unido a la Escuadra y pasa a la Habana con la misión de guarnecer la fortificación del Morro, comisión que desempeñó mientras estuvo bloqueado el Departamento por la escuadra inglesa. La escuadra, bajo las órdenes del gobernador Gálvez, se encargó de expulsar a los ingleses de Pensacola y Florida, norte del golfo mexicano

1783 :
Tras la paz con Inglaterra en Versalles, Ceballos arriba el 20 de julio a Cádiz en el navío San Nicolás (17). Una vez acabada la guerra, Carlos IV dispuso que, en cada Departamento, se eligiesen a 8 oficiales de reconocida suficiencia para estudiar las matemáticas sublimes, tan extensamente como pudiera hacerse en las primeras escuelas de Europa y táctica experimental; el curso durará cerca de 5 años, al término de los cuales se celebrará un debate público. Ceballos fue uno de los elegidos. El objetivo era adiestrar una élite para realizar el programa expedicionario: matemáticas, óptica, mecánica, hidrostática y cálculo.

Desde principios del siglo XVIII se concibe la idea de dar una formación científica a los oficiales de la Armada; ejemplo de ello son las diversas experiencias, tales como el envío de pensionados al extranjero, practicada en los primeros años de ese siglo, sobre todo desde que alcanzan fama Ulloa y Jorge Juan por la colaboración con la Academia de París, lo que supuso su paseo triunfal por Europa y la toma de contacto con otras academias europeas, o la elección de un grupo de cadetes para potenciar su formación, practicado por Vicente Tofiño, quien era reconocido por su labor en las academias de Ciencias europeas con alguna de las cuales mantenía correspondencia. La finalidad era adiestrarlos en la navegación por medio de la astronomía y para ello debían tener conocimientos especiales relativos a métodos, manejo de instrumentos y realización de cartas náuticas. En 1770 Jorge Juan dirige el Seminario de Nobles de Madrid y junto con Subirás introducen las nuevas matemáticas y la física moderna siguiendo sobre todo la obra de Musschenbröck. Más tarde Benito Bails (1730-1797) dirige la sección de matemáticas de la Academia de San Fernando y escribe el trabajo matemático de carácter enciclopédico más importante publicado en castellano (18).

Tofiño elaborará el plan de estudios de estos cursos superiores junto a Mazarredo, Gil de Lemos, Jacinto Ceruti y Gabriel Ciscar. Los cursos se implantaron en las 3 Academias  de Guardias Marinas, levantando polémicas y duras críticas (19). D. Antonio Valdés y Bazán, ministro del despacho de marina e Indias, con su gran inteligencia se dedicó a favorecer la ilustración en el seno de la Armada creando comisiones que estudiaban en el extranjero los adelantos de las otras naciones al tiempo que adquirían en ellas libros e instrumentos, se comisiona a los ttes. De N. Martín Fernández Navarrete, José Vargas Ponce y Juan Sanz de Barutell para copiar de otros archivos lo referente a Marina (Así se fundaron bibliotecas en las Academias de GM y pilotos, se dota al observatorio de Cádiz, se funda el depósito hidrográfico y se organizan expediciones científicas (20). Todo este trabajo se encaminaba a dotar a la nueva Población de San Carlos de un museo de Marina con biblioteca general y ciencias de la naturaleza; al no lograrse pasan los fondos al hidrográfico.

1784:
El quince de octubre es nombrado teniente de la 8ª Brigada de la Compañía de Guardias Marinas de Ferrol; justamente un mes más tarde recibe la patente de alférez de navío (Palau fija el nombramiento un año antes).

1785
Continúa cursando los estudios superiores en la Compañía de GM de Ferrol, siendo director Vimercati y Capitán Francisco Gil y Lemos. Sus compañeros de estudios desempeñarán destacados papeles en la historia de España: Cosme Churruca, Manuel Espinosa, Nicolás Morales, Josef Conock, Ramón Blanco, Josef Gil, Pedro Agar (consejero de suprema regencia en 1810 con Ciscar), Miguel de los Cuetos, Joaquín de Rubalcaba, Manuel Olazábal, Fernando Prada, Rodrigo Armesto (oficial fijo del observatorio en 1789 y director entre 1798-1804), Máximo de la Riva y Sebastián Páez. El comandante interino y director de la Academia dan informes favorables de éste, a la vez que explican cómo va el curso y las asignaturas dadas y por dar (21).

El director de la Academia dice de él: ...es de bastante talento y aplicación con adelantamiento correspondiente, y próximo a los más adelantados...; y el comandante interino: ...es subordinado, celoso, de muy buena conducta, mucho honor y disposición para el servicio...

Este mismo manuscrito contiene una carta de Vimercati, fechada en Ferrol el 14-XII-1785, dando noticias de los estudios impartidos; en ésta continúa el informe emitido el año anterior en el que advertía que seguían aplicando el álgebra cartesiana o finita a las geometrías de las curvas, una vez acabado el estudio de las secciones curvas. Durante el curso de 1785 habían concluido el álgebra cartesiana, aplicándola a la resolución de problemas que dan ecuaciones de cualquier grado, determinado o indeterminado y la construcción geométrica de esas ecuaciones por las tres secciones del cono o por otras curvas y medios generales. También habían estudiado los elementos del cálculo diferencial con sus principales aplicaciones a los distintos métodos para integrar por logaritmos, por aproximación... para resolver problemas de navegación y construcción; por último explica todos los estudios realizados sobre mecánica.

1786:
Debe acabar el curso a mediados del año y sostener el debate público que, según su expediente, le vale un ascenso. Este debate o certamen era la culminación del curso de Estudios superiores y versaba sobre las materias estudiadas. ¿En la Universidad de Santiago?

1787:
Hace las campañas destinadas al estudio de la táctica experimental. Para realizarlas se destina a una escuadra de instrucción compuesta por 9 fragatas –3 por cada departamento- a cargo del general Juan de Lángara y Huarte (1736-1806) –ingresó en la ENM en 1750, destaca en matemáticas y Jorge Juan le encarga dar curso de sublimes; se perfecciona en  París hasta 1755, después viaja por España, Africa, islas occidentales y hace 3 viajes a Filipinas siendo comandante en el último acompañado de Mazarredo; es la llamada Escuadra de Evoluciones.

El día 28 de abril es nombrado teniente de fragata y ayudante de la Compañía de guardias marinas de Cartagena, que a la sazón se ubicaba en  el interior del Arsenal, en la planta baja del edificio de la jefatura (22).

Hasta junio fue allí profesor primero de matemáticas Jacinto Cerutí quien en 1783 había elaborado un plan basado en las Leçons élémentaires de mathématiques de Lacaille, pero este proyecto no fue aprobado. Gabriel Císcar y Císcar. En abril de 1788 ascendió a teniente de navío y fue nombrado director de la Academia de Guardias Marinas de Cartagena. José González Ortiz era ayudante 1º de la Compañía y trabajaba asiduamente en el observatorio y era segundo profesor de matemáticas; el piloto Nicolás Buggiano, profesor 3º de matemáticas; el contramaestre de la armada Bartolomé Cardiel, maestro de maniobras; el condestable de artillería de Marina Raimundo Girona, maestro de artillería; los maestros de idiomas Francisco Collín;  y Antonio Gervais y los de danza Pantaleón Rodríguez y  Antonio Furtó  ( nota 10. Antilia)

1788:
Se le destina al Observatorio de Cádiz, junto a Churruca, para observar el paso del cometa el 8 de agosto. Apenas un mes más tarde, el 29 de setiembre, sale del Arsenal de la Carraca hacia Cádiz en la expedición para el Estrecho de Magallanes. El jefe de la misma será el capitán de Navío Antonio de Córdoba y la integrarán los paquebotes Santa Casilda y Santa Eulalia. Era la continuación de la expedición de la Santa María de la Cabeza (1785), 1° empresa de alta calidad científica de carácter hidrográfico. Llevan abundancia de instrumentos y oficiales comisionados como ayudantes de Tofiño en el levantamiento de su Carta, entre ellos Churruca y Ceballos para las medidas geográficas y astronomía que sustituyen en 1788 a Galiano y Alejandro Belmonte, participantes en la primera expedición. Levantan cartas precisas y derroteros exactos para mejorar la navegación, basándose en cartas inglesas sólo por estar perdidas las levantadas por los hermanos Nodal y Sarmiento. Desestiman la navegación por el estrecho debido a su dificultad y los resultados se publican rápido.

Antonio de Córdoba tuvo amplias facultades para elegir tanto los buques como los oficiales para esta expedición. Ceballos será embarcado en el Santa Eulalia, al mando del C.F. Fernando de Miera –primo segundo de Ceballos- y cuyo segundo comandante, Francisco Javier Uriarte y Borja, llegará a capitán General de la Armada (23). Esta comisión tenía por objeto ultimar el reconocimiento del Estrecho de Magallanes, reconociendo el último tercio occidental del mismo, y fijar la posición exacta de los cabos Victoria y Pilares; era la continuación, por tanto, del viaje que había efectuado el mismo Antonio de Córdoba en 1785-1786 a bordo de la fragata Santa María de la Cabeza.

La expedición tenía un carácter estrictamente científico; se levantarían las cartas de la zona y se vería la viabilidad de navegación. Ceballos, al igual que Churruca, fueron designados como responsables de la parte astronómica del reconocimiento en esta misión por ser personas versadas en la teoría y práctica de observaciones.  Para ello fueron equipados con un juego completo de instrumentos de los que Jacinto Magallanes (1723-90 físico portugués) había remitido desde Londres (un péndulo –John Ellicot (1706-72)-, un cuarto de círculo de dos pies ingleses de radio –Adams o John Bird-, 2 anteojos acromáticos –Dollond-, un teodolito, una cadena de 100 pies ingleses de largo, barómetro, termómetro –Adams-, círculo de reflexión y reloj común de segundos) a poco de establecerse el Observatorio en Cádiz por Jorge Juan en 1753. Además llevan los instrumentos usados por Tofiño en el levantamiento del atlas hidrográfico de la península, que no pudieron verificar por la premura de tiempo. Incluso llevan el reloj John Roger Arnold (1736-99) nº 71 de Malaspina, pues todos los del Observatorio estaban descompuestos y el cronómetro de Arnold n° 5. Ceballos será el responsable de la parte geodésica y astronómica de este viaje, del que nos deja noticias en su diario de a bordo(24).

Los primeros cronómetros fueron adquiridos a Berthoud (1727-1807: ensayos sobre relojes 1764-86; tratado de relojes marinos 1773, ensayo relojes de bolsillo 1790) en 1774; estos eran los nº7, 9, 10 y 12 según Bernabeu (25). El nº 8 había sido utilizado por Bouganville en su viaje de 1768-9.

El reloj nº 71 de Arnold, a decir de Manfredi (26), había dado muy buenos resultados en la expedición de la Santa Mª de la Cabeza (1785-1786) y sirvió de gran ayuda, aunque provocó algunas decepciones por su incorrecto funcionamiento, a Malaspina en la expedición del Astrea; era el viaje inaugural para la Real Compañía de Filipinas y circumnavegó  yendo de Cádiz a Lima por cabo de Hornos, volviendo a Cádiz por el cabo de Buena Esperanza.

Manfredi, en ese mismo artículo, incluye a Ceballos entre los componentes de la primera expedición de Antonio de Córdoba para el reconocimiento del Estrecho de Magallanes; es improbable que pudiese participar en ella pues su hoja de servicios indica claramente que en esas fechas (1785-1786) se encontraba en Ferrol realizando el curso de ... matemáticas sublimes, tan extensamente como pudiera hacerse en las primeras  escuelas de Europa... (27) dato que corrobora el director de estos cursos en la Compañía de Guardias Marinas de Ferrol, Cipriano Vimercati (28). Quien sí formó parte de esta expedición fue  Alcalá Galiano, ayudante de Tofiño en sus levantamientos cartográficos.

El 5 de octubre zarparon de Cádiz, rumbo al Estrecho de Magallanes, los paquebotes Santa Eulalia y Santa Casilda. El diario de Ceballos  revela que todos los instrumentos son embarcados en este segundo buque, por lo que él se ve obligado a seguir los rumbos deducidos por la aguja, hasta el Puerto de San José e imposibilitado para anotar las observaciones. No obstante, en algunas ocasiones pudo ayudarse del sextante Dollond de latón, de 16 pulgadas de radio y guarnecido con un anteojo que poseía Fernando de Miera. El mismo lo había verificado, antes de zarpar, en el Observatorio de Cádiz calificándolo de excelente.

El diario de navegación demuestra los conocimientos adquiridos por Ceballos. La observación de fenómenos, su descripción y análisis de sus interrelaciones, valiéndose de razonamientos lógicos y auxiliado por técnicas específicas, se conjugan perfectamente.  Así nos aporta interesantes datos etnográficos sobre los indios patagones y su hábitat; de interés  es su minuciosa descripción del proceso seguido para verificar un instrumento de observación (sextante Dollond); su explicación de los métodos que usó para seguir el rumbo - siguiendo las indicaciones de Jorge Juan en el 1º Apéndice de su navegación- demuestra su base formativa;  demuestra la claridad de sus ideas cuando se define con afirmaciones concretas: los métodos gráficos son más precisos que los trigonométricos; considera equivocada la fórmula de Mr. Brezoutt para corregir la longitud por el aplanamiento de la tierra; o emite juicios de valor acerca determinadas autoridades, como en el caso del autor francés de la Astronomía de los marinos, quien en su Historia crítica de las longitudes, da el peor método para determinarlas en el mar.

El diario nos desvela las lecturas realizadas en su periodo académico y las conclusiones a las que llega tras el análisis y la experiencia: el método de Lord Mulgrave [Constantine Phips (1744-1792) noble irlandés matemático y marino, comisionado para el paso del noroeste], quien usaba el megámetro de Mr. Charniers que mide ángulos muy precisos, resulta más eficaz y seguro que el de la corredera para sondar y medir algunas bases a fin de levantar las cartas de las costas siguiendo el método de la triangulación. Argumenta, por tanto, el uso de este método de triangulación  que fue utilizado por los geómetras europeos en la medición del grado meridiano bajo el Círculo polar ártico y en innumerables ocasiones. Cuando disponen de corredera siguen el método del tratado de navegación de Mr. Pierre Bouguer de Arminé (29). El abate Lacaille ilustró su tratado y Mazarredo probó su método en el Venus para observar la latitud en 1771-3 en su viaje a Manila, como recoge Benjumea (ob.cit.)

Se apoyan, sigue Ceballos, en la carta levantada por Bellín {Jacques-Nicolas, 1703-1772 ingeniero y marino de la real armada francesa}, corrigiéndola para levantar la posición de la isla de los Reyes. También siguen la segunda relación del viaje de Viron (sic) y las denominaciones que utiliza Bouganville.

Otro de los métodos que utilizan es el de los ángulos horarios de la luna, recomendada por Mr. De Lalande, perfeccionado por otros astrónomos. Sobre él dice que es el método más útil y general de la astronomía porque, para practicarlo, sólo ha de observarse la luna  sin necesidad de apoyarse en ningún otro astro. Lalande era premio de la Academia de la Ciencia de París; su método es el de las distancias lunares que apoyó Lacaille en 1759 y  cuyos cálculos publica desde 1767 el Nautical almanac dirigido por Masklyne y, desde 1781, el Estado General de la Armada.

Alude a relatos de otros viajeros a la zona, como Pedro Sarmiento de Gamboa (1580) encargado de fundar establecimientos que impidieran el paso de corsarios al Pacífico, extractado por Bartolomé Leonardo de Argensola en su Hº de las Molucas y la declaración de Andrés de Viedma, recogida por el inglés Tomás Candish {corsario que visita los fuertes de Nombre de Jesús y Real Felipe fundados por Sarmiento en el estrecho de Magallanes en 1587}, hechos en la ciudad de los Reyes por orden de Esquilache, acerca de la colonia de San felipe en Puerto Hambre. Entre los libros y manuscritos que llevan a bordo están los viajes de Byron, Wallis, Sarmiento, Bougainville y los libros de Malaspina sobre el Magallanes (30).

Viajes al Magallanes para pasar al Pacífico:
Francis Drake (Golden Hind,1577-1580), Thomas Cavendish (Desire, 1586-1588), Olivier van Noort (Maurice,1598-1601), George Spielbergen (Aeolus, 1614-1617), Woodes Rogers (Duke, 1708-1711), George Anson (Centurion, 1740-1744), John Byron (Dolphin, 1764-1766), Samuel Wallis (ancora Dolphin, 1766-1768), Philiph Carteret (Swallow, 1766-1769) e James Cook (Endeavour, 1768-1771, Resolution, 1772-1775, 1776), Jean Francois Galaup conde La Perouse (1785-8) acompaňado del astrónomo Joseph Lepaute de Agelet (1720-89) alumno de Lalande que había acompanado a Kerguelen en 1771-3 en la expedición patrocinada por el príncipe Enmanuel von Croy, Louis Antoine Bougainville (1766-8)

Viajes para establecer puerto en Magallanes: Padre Quiroga 1745, Perler 1767-8, Pando 1768-9, Piedra 1778-9, Viedma 1780-4, Clairac 1789, Elizalde 1790, Gutiérrez de la Concha 1794-5, Moraleda 1786-7 y 1792-4, Elizalde 1790-1.

Mapas del Magallanes: members.fortunecity.es/cartografias/langara.html -
"MAPA GEOGRAFICO DE AMERICA MERIDIONAL" DE DON JUAN DE LA CRUZ CANO Y OLMEDILLA, 1775
El redescubrimiento de este mapa fue anunciado por Carlos Morla Vicuña, tras haber sido desenterrado de entre los archivos de Simancas. El Rey había procurado la entrega de al menos una de las cinco copias de este mapa a Pedro de Ceballos en España, durante el estudio de la creación de un virreinato en la zona de Buenos Aires.
El mapa fue hecho a solicitud y aprobación real a través del marqués de Grimaldi, por el cartógrafo y geógrafo Juan de la Cruz Cano y Olmedilla, hermano del sainetista Ramón de la Cruz (curiosamente, sin embargo, Juan ha pasado a la historia con el apellido de su madre).
Cano y Olmedilla fue uno de los alumnos destacados de la Academia de San Fernando, y su obra así lo demuestra, pues trátase de uno de los trabajos cartográficos de mayor calidad y precisión de la época, para el cual utilizó como base 62 planos oficiales de la Secretaría de Indias. Es tal el valor de este mapa, que una enorme copia mural del mismo se encuentra en el Palacio de Monticello, Virginia - USA, hecho por orden directa de Thomas Jefferson para tener un antecedente fiel y oficial de cuáles eran los límites reales de las jóvenes naciones sudamericanas que entraban a la autonomía independiente.

la "tabvla geographica regni chile" del cronista oficial de la corona española, padre Alonso de Ovalle, 1646 hasta las tierras ingonitas de la antartida, que se creian entonces conectadas a la tierra del fuego (padre jesuita De Ovalle )
CARTA ESFERICA DE LAS COSTAS DE LA AMERICA MERIDIONAL desde el Paralelo de 36º3 de Latitud S. hasta el Cabo de Hornos Presentada a S.M. por mano del Exmo. Sr. Dn. Juan de Lángara Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, año de 1798 (Basado en las observaciones y cartas náuticas de la expedición de Alejandro Malaspina de 1793

En el campo de las descripciones poco escapa a su atención: paisaje, clima, flora (árbol Winter o canela blanca), animales marinos (lobos de mar), físico, vestidos, lengua, transportes, organización social, costumbres y creencias de los indígenas... Como curiosidad anotamos que al referirse a agua de un río de la bahía del Cabo Holandés, afirma que tiene el gusto y el peso de la del Puerto de Santa María.

1789
    El 13 de mayo regresa a Cádiz tras el agotador viaje; en pequeñas embarcaciones, sin un equipo de vestuario apropiado que les protegiese de las inclemencias del tiempo, desconociendo el flujo de mareas, la consistencia del terreno y otros fenómenos locales, superaron con su inteligencia muchos obstáculos que se presentaban como insuperables, y que su relato  describe con realismo. De inmediato, la Secretaría de Marina dispuso, por Real Orden, que se publicase la relación del viaje para satisfacer a la instrucción del Cuerpo y a la curiosidad del público...

De los dos viajes de Antonio de Córdoba al Magallanes se publica una relación ilustrada con noticias históricas de los anteriores. Este segundo, concretamente, se publica como apéndice del primero y también como obra separada. Guirao de Vierna  (31) nos dice que la relación del viaje y el apéndice fue publicado en Madrid en 1788. Esa fecha debe corresponder sólo a la relación del primer viaje ya que, obviamente, el segundo aún no se había ultimado.

Hemos encontrado las siguientes noticias bibliográfícas con referencia  a la publicación de este viaje (32).
Con fecha de 1793 sí existe una publicación de este segundo viaje como apéndice del primero. En el prólogo de la edición de 1908 escrito por Evaristo Churruca, con datos sacados del Elogio histórico del brigadier de la Real Armada D. Cosme de Churruca, publicado en Madrid en 1806, del Extracto de los acontecimientos y operaciones de la 1ª división de bergantines destinados a perfeccionar la hidrografía de las islas de América septentrional... años 1792-1795 escrito por Cosme Damián Churruca, Bilbao 1908 (33), se dice del viaje al Magallanes que Churruca y Ceballos desempeñaron la comisión...”con grandes trabajos y penalidades a entera satisfacción del expresado jefe (Córdoba) y cuantos leyeron sus excelentes diarios”, según se consigna en dicho apéndice.

El 21 de setiembre es nombrado teniente de navío.

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